Si tuviéramos que enumerar las características clave de una mochila de trail running, seguramente todos coincidamos en que serían estas: capacidad, comodidad, ajuste y transpirabilidad. Bien, pues esta mochila chaleco ARCh MAX HV-6 cumple todos estos requisitos con nota. ESTRUCTURA MOCHILA CHALECO ARCh MAX HV-6 ¿Qué es lo primero que solemos mirar en un chaleco de hidratación? Los bolsillos. Nos encantan los bolsillos, que haya muchos, meter las manos en todos… ¡anda, si aquí hay otro! Bien, en este caso podemos dividirlos entre los de la zona delantera y la trasera. Y ojo, que aparte de bolsillos hay alguna que otra cosa más interesante. Zona delantera De abajo a arriba nos encontramos tres niveles de bolsillos, iguales a ambos lados de la mochila. Los inferiores, muy fácilmente accesibles, son los de mayor capacidad, y están pensados para llevar a mano lo que más vayamos a necesitar, generalmente los geles, barritas, pastillas de sales u otro tipo de comida que llevemos. Aunque son dos bolsillos bien espaciosos, la apertura se estrecha un poco, de manera que se evita que se nos pueda salir lo que llevamos dentro, aunque por otro lado complica un poco meter la mano hasta el fondo (que ya sabemos que justo el gel que queremos coger es el que se ha escondido allá abajo). Los bolsillos intermedios están pensados para meter dos soft flasks de 500ml. Entran y salen cómodamente y cuentan con dos elementos que aportan bastante: una pequeña solapa o tirador para poder abrir bien el bolsillo cuando estamos introduciendo el botellín y una gomita que permite enganchar la boquilla del soft flask y que le da mayor estabilidad. Pequeños detalles que aportan mucho. Por último, cuenta con dos pequeños bolsillos superiores de poca capacidad, pensados quizás para objetos pequeños como las llaves o un huevo kínder (ya sabéis, para transportar las sales. Eso sí, después de habernos comido el chocolate y sacado el juguete). Y por cerrar con la parte delantera, comentar que el sistema de ajuste cuenta con dos bandas fijas en altura —una superior y otra inferior—, y que en la superior está integrado un pequeño y práctico silbato (suele ser obligatorio en las carreras, así que ahí lo llevas, y también por si te aburres entrenando y quieres recordar tus años de clase de flauta en el cole).